Hace un tiempo escribí sobre la enfermedad que se apoderó de mi cuerpo. De los resultados adversos de la quimioterapia perdí el cabello, y la autoestima, que ya estaba tocada, se hundió en el fango.
Que se restableciera el equilibrio no ha sido tarea fácil pero lo he conseguido.
Probablemente si leemos a psicólogos y terapeutas, guías de cómo hacer crecer la autoestima y demases, comprenderemos que para gozar de la fe en nosotros mismos y en nuestras posibilidades no hay nada ni nadie ajeno a nuestra mente que sea capaz de potenciarla.
Apelando a mi espíritu contradictorio no puedo evitar discrepar parcialmente con mentes tan especializadas.
Yo puedo tener fe en mi persona, saberme inteligente, atractiva, encantadora y estar sola con mis miedos, con esos temores por creer para ti lo que tu alrededor no manifiesta. Porque es importante verse reflejada en unos ojos que te dicen que eres bonita, que contemplan tu cuerpo con deseo, que reaccionan con frescura ante tus ocurrencias, que muestran su admiración por tus conocimientos o por la sagacidad en tus comentarios.
Todo no está en nosotros, nuestro entorno participa también en nuestras emociones y es una parte primordial en nuestro estado de ánimo.
He recuperado mi pelo. Veo como crece lentamente con tesón, rebeldía, con fuerza. Con él ha crecido la autoestima porque yo me veo bonita, atractiva; porque unos ojos ven en mi a una mujer madura interesante, cautivadora, pero sobre todo porque esos ojos vieron a la mujer sin pelo, sin artificios y la encontraron divertida, ingeniosa, fascinante, bella,.. Y eso, al menos a mi, hace que se restablezca la confianza en nuestros valores como seres humanos y la aceptación de nuestro cuerpo, de sus cicatrices y defectos y ver hermoso lo que antes creían horrendo.
La autoestima no es sólo nuestra aunque seamos los portadores de ella, pero sí lo es la capacidad de ser felices, de amar, de vivir por y para nosotros mismos.
He subido anteriormente un vídeo de la misma canción, ésta es una versión que me gusta especialmente. Probablemente no tenga nada que ver con mis palabras, pero me apetece compartirla.
Muy de acuerdo con todos los conciudadanos que opinan que como José Maria Gay de Liébana (Economista, Profesor Titular en Universidad Barcelona, Doctor en Economía Financiera y Contabilidad y Administración de Empresas y Doctor en Derecho) deberían ser nuestros dirigentes políticos y no los chorizos impresentables que tenemos por gobernantes.
Es por ti que escribo renglones de pasión con tinta de ilusión en las páginas de sentimientos de la bitácora de la Vida
Es por ti que dejé de soñar despierta para amar hasta dormida, que le quito minutos al tiempo para robarle un instante de felicidad.. y otro,.. y otro,.. y otro,..
Es por ti que despierto con una sonrisa y me acuesto con otra, que transcurren mis días en un regocijo perpetuo.
Es por ti que disfruto del rocío de la mañana, de esas diminutas gotas como riestras de perlas húmedas esparcidas por la hierba y del collar brillante de estrellas que iluminan las noches sin luna, es por ti que las contemplo una a una.
Es por ti que perdí el miedo a mirarme en el espejo, que recobré la valentía para vivir la Vida porque me diste el motivo mas importante para hacerlo: YO MISMA.
Estabas ahí, ... oculto, silencioso, sereno,... al refugio de la arboleda, discreto,... escondiéndote de miradas curiosas.
¿Cuántas veces pasé a tu lado sin verte, sin sentirte,..?
¿Cuándo perdí la consciencia de vivir los momentos, de fijar imágenes para el recuerdo?
¿Cuando se originó el incendio que devastó mi alma y redujo a cenizas la capacidad de atrapar instantes de felicidad?
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Me asomé desde tu atalaya al día, al tiempo, a los recuerdos, a la vida,...
Al lugar donde habitan los sueños, las esperanzas, las ilusiones, las sonrisas,...
Allí donde las añoranzas se adueñan de nosotros sin hacernos daño, abriendo iluminados ojos al horizonte lejano, olfateando el dulce aroma de la amistad mas profunda, esa que "perdura con el paso del tiempo", la que no pide nada a cambio, está sin tener forma, abraza con leves roces de aire cálido,..
Esa ausencia que se siente, que se hace presente y me espera tranquila, sosegada, serena, transmitiendo la paz de la piedra que se mantiene firme y viva...
No hace mucho me operaron de cancer. Con la quimio se me ha caído el
pelo y con él la autoestima. He visto perderse en el horizonte muchas
promesas, amores que no lo eran,.. Los sentimientos han librado una batalla de la que todos han salido perdedores y todos han vencido. En todo caso necesitaba mostrarme al mundo y a mí misma y sobre todo necesitaba quererme.
Porque los sentimientos se asoman vivos, valientes,..
Porque la mirada es limpia, clara, transparente, los reflejos verdosos con el matiz del musgo, de esperanza,..
Porque la sonrisa perenne se convierte en carcajadas,..
Porque quiere atrapar el sol y contemplar la luna sin miedo al dolor,..
Porque renace de sus propias cenizas y sabe sacudirse el polvo que dejaron los lodos,..
Porque su alma es cantarina,..
Porque es capaz de maravillarse con un paisaje y emocionarse con el susurro del viento, del mar, del río,...
Porque sus manos saben acariciar la escritura de la historia marcada en las piedras, tejida en el tiempo,..
Porque baila agarrada a sí misma marcando pasos decididos, dando vueltas alegres, contoneándose al son de la melodía,..
Porque es capaz de atrapar los momentos y ser feliz en esos instantes aunque sean efímeros,..
Porque ama siempre, aunque no tenga sentido,..
Porque no esconde sus cicatrices y se arriesga a ser nuevamente herida, porque es osada, atrevida,..
Porque me devuelve la paz y encuentra el camino cuando me pierdo,..
Porque me hace vivir los sentimientos.
Por todo eso.. adoro a la niña que habita en mi alma.