La vida empieza… Mañana
He sentido el roce de unos brazos fríos
Envolviendo mi cuerpo y mi alma,
Arrancarme la vida a manotazos urgentes,
Despiadados,..
Me abandonaron las fuerzas y se apoderaron de mí
El dolor, la angustia, las sombras,..
Se han roto en mil pedazos hasta mis creencias,
En mil trozos mis sueños, en mil cachos mis ilusiones,..
Han sido días como largos años, como eternas tempestades,
Inmensas olas que me ahogaban en silencio; días de locura,
De pesadillas encadenadas, de abandono y de negrura.
Han sido…
Mañana me levantaré despacio, respirando con avidez la vida,
Estirando las manos para recoger los pedazos esparcidos
Y poder así recomponer un cuerpo roto, un alma herida.
Mañana tendré la oportunidad de ver el brillo del sol,
Hoy, solo por eso, nace una sonrisa.
No hay manera de explicar lo que se siente cuando la palabra cáncer forma parte de las frases, de las mías. Siempre he sido optimista, ahora mucho más porque tengo sobrados motivos para serlo y porque mi entorno necesita mi alegría para poder darme un apoyo sonriente, pero… cuando me enfrento conmigo misma y repito la palabra en silencio unos zarcillos de miedo surgen entre las sombras. Soy fuerte, muy fuerte, y la luz de mi interior es capaz de iluminar los rincones más oscuros, lo que no sabía era que tuviera tantos.
Aún así mañana brillará el sol para mí, para los millones de personas afectadas por ésta y otras muchas enfermedades, para los familiares, amigos, compañeros de trabajo, para todo el mundo.
El sol brillará mañana y ese convencimiento es lo que llena mi HOY de esperanza.